< Previous200 | La Gran Tierra de las mariposas / El Ciclo de Vida: La fascinación de la transformación Figura 11. Patógenos - Larva del género Opsiphanes muerto por virus | IR AL INICIOGran Tierra Energy | 201 Patógenos Estos microorganismos lesionan y matan a sus huéspedes. Los que más afectan a las mariposas son los patógenos como virus, bacterias y hongos. En el caso de los virus, el más común es el Polihedrosis nuclear, que se encuentra protegido por una cápsu- la proteica (cápside) y cuyo reservorio es principalmente el suelo, donde pueden permanecer largos períodos de tiempo sin huésped. Por medio de las lluvias y el viento son transportados al follaje de las plantas, las larvas de las mariposas comen estas hojas infec- tadas y, una vez en el intestino de la oruga, la cápsula proteica se desintegra, debido al pH y a las enzimas proteasas, y deja libres los viriones infecciosos que atraviesan la membrana y contagian di- versos tejidos, como epidermis, adiposo, hemocitos, traqueal, entre otros. Es probable que el virus se disperse en el insecto a través del sistema de traqueolas respiratorias, como una red de caminos que llega a todas partes del cuerpo (Engelhard, et al., 1994). En el momento en que el individuo está totalmente infectado, se produce el rompimiento de la piel, que a su vez genera la muerte de la lar- va, y se liberan nuevamente las cápsulas proteicas que contaminan las plantas y contagian nuevos huéspedes. Las larvas lesionadas dejan de comer, reducen su movimiento, se ven oleosas, se tornan de color oscuro por la desintegración de los tejidos internos y, por lo general, suelen colgarse de las propatas hasta morir. El líquido descompuesto de sus tejidos infestados del virus cae en las hojas; a partir de ahí nuevamente la acción del viento y la lluvia favorece el contagio de otros individuos. Por esta razón, las orugas muertas son una fuerte amenaza para las sanas. También es probable que ocurra una infección interna, cuando la hembra infecta el micrópilo del corion que consume la larva recién eclosionada; de igual manera, por medio de parasitoides que ac- túan como vectores. En conclusión, los virus son enemigos natura- les altamente contagiosos que pueden llegar a causar mortalidades de generaciones completas, pues, por lo regular, muere el 100% de la población que atacan. Figura 12. Larva de Morpho helenor afectada por patógenos202 | La Gran Tierra de las mariposas / El Ciclo de Vida: La fascinación de la transformación Bacterias La más común, Bacillus thuringiensis (BT), se encuentra en el suelo y crea cristales de proteínas que resultan tóxicos para las larvas de insectos: al ser ingeridos, llegan al intestino medio, se disuelven por sus jugos y dejan activa la toxina que se une a las células intesti- nales. Al perforar la membrana, crea un desequilibrio osmótico y permite el paso de la toxina (esporas) a la hemolinfa, lo que produce deshidratación, septicemia y muerte de la larva. Los hongos (Fungi) Son organismos que también afectan a las orugas de mariposa e, incluso, a los adultos (DeVries, 1987). De manera general, las espo- ras de los hongos se dispersan en el ambiente por el viento y caen sobre la piel de las orugas, penetran hacia el interior del insecto, degradan los tejidos, crecen y colonizan hasta invadir su cavidad hemocélica y les ocasionan la muerte. Cuando el individuo muere, el hongo emerge del cuerpo de su huésped para continuar nuevamen- te con el proceso de esporulación y repetir el ciclo. Conclusión De forma general, el conocimiento de la historia de vida de las espe- cies presenta hoy un gran vacío y se hace importante poder seguir generando conocimiento sobre su biología, ecología y relación con las plantas asociadas, entre otros. Esto resulta clave para la conservación de las especies, que día a día también se ven más amenazadas por la expansión agrícola y por el uso humano de los recursos naturales. Es fundamental planear acciones de conservación, lo que representa un reto muy importante y prioritario de investigación para el futuro. Figura 13. Hongos - Hesperiidae invadido por hongo Cordyceps | IR AL INICIOGran Tierra Energy | 203 Figura 14. Predación - Lagartija de la familia Dactyloidae predando lepidopteroAnnagrapha anna -Nymphalidae | IR AL INICIO3 Geomorfología y diversificación: Las mariposas en Mocoa Bruce Purser y Jean François Le Crom206 | La Gran Tierra de las mariposas / Geomorfología y diversificación: Las mariposas en Mocoa | IR AL INICIOGran Tierra Energy | 207 ración de especies de estos animales es la alta precipitación de la zona, que puede lle- gar hasta 6.000 mm anuales. Sin embargo, el valle de Mocoa (y el Putumayo en gene- ral) no es la única región de alta humedad. De hecho, la costa del Pacífico, bordeada por el bosque lluvioso del Chocó, tiene una humedad al menos tan alta o superior como la de Mocoa, pero su riqueza de ma- riposas no parece excepcional. Aunque no son muchos los estudios al respecto, si se confirma esta situación, se podría concluir que, además de su topografía, el otro factor que favorece la gran diversidad de maripo- Según las proyecciones del inventario reali- zado en el marco del convenio Corpoama- zonia-Acolep, el valle de Mocoa tiene una de las mayores diversidades de mariposas en el país: las estimaciones apuntan a que cuenta con cerca de 1.100 especies. Esta diversidad es típica de las laderas orienta- les de la cordillera Oriental, donde está di- rectamente relacionada con la topografía. A medida que la localidad aumenta su altitud (va desde los 200 hasta 2.200 msnm), la vegetación varía y, con esta, las especies de mariposas que allí habitan. Otro factor que juega un papel importante en la prolife- Mocoa es una de las regiones de Colombia con mayor diversidad de mariposas. Esto se debe a la precipitación elevada de la región y a su topografía, pero también a su historia geológica, pues los estudios indican que las re- giones interandinas y amazónicas estuvieron hace años conectadas por un corredor, a través del cual, desde la cuenca amazónica, migraron especies a las cordilleras Central y Oriental hasta Centroamérica. 208 | La Gran Tierra de las mariposas / Geomorfología y diversificación: Las mariposas en Mocoa El río Mocoa es un afluente de los ríos Caquetá (Japurá) y Ama- zonas. De esta manera, se abre indirectamente hacia los bosques amazónicos y, por ende, no es sorprendente que su fauna sea típi- camente amazónica, al menos para especies de baja altitud (200 a 500 msnm). Las laderas del río (Fig. 1), especialmente aguas arri- ba de la ciudad de Mocoa, suben bastante rápido hasta alcanzar los 2.260 msnm, a la altura del puerto Los Gauchos, al borde de la cuenca del Magdalena. Este río tiene su origen al pie de la cordillera Central, la cual tiende a cerrar el valle de Mocoa. Esta barrera orográfica es importante porque “encierra” la fauna amazónica de baja altitud e impide su avance hacia el valle del Magdalena y, más tarde, hacia el interior de los Andes. En consecuencia, la fauna de los bosques de tierras ba- jas evolucionó in situ y generó subespecies endémicas de Mocoa. Por otro lado, muchas especies de afinidad amazónica migraron a lo largo del valle de Mocoa y se fueron adaptando, de modo gradual, a los bosques montañosos que cubren localmente sus laderas. Los caminos que suben estas laderas, hacia Pitalito (Huila) o Pasto (Nariño), están asociados con diferentes especies según la altura a la que se encuentren. Esta secuencia biológica (Endler, 1977), o clina, es típica de las laderas orientales de la cordillera Oriental. Como se puede apreciar en la Figura 1, entre 200 y 500 msnm, en los bosques residuales a lo largo de la carretera a Pitalito, habitan especies de tipo Caligo, Morpho, Pierella, Hamadryas, Asterope, Topografía, vegetación y fauna de la región de Mocoa | IR AL INICIOGran Tierra Energy | 209 Callicore y Smyrna; entre 500 y 1.500 msnm, en bosques residua- les bajos a media montaña y a lo largo de la carretera, se pueden apreciar muchas Heliconiinae, Actinote, Hesperocharis, Leptopho- bia, Diaethria, Marpesia y Smyrna; entre 1.500 y 3.500 msnm, en los bosques de alta montaña, especialmente en carreteras húmedas y en las canteras abandonadas, proliferan Perisama, Catasticta, Pte- rourus, Morphosulkowskyi, Heliconius y el poco común Heliconius hecuba; finalmente, en el borde del bosque, en el límite de la meseta de Pitalito, se observan Vanessa braziliensis, Orophila, Gnathotriche, Colias y helicónidos raros. Esta clina biológica se fue desarrollando después del levantamiento tectónico de las cordilleras Central y Oriental. Esta última cordillera es un anticlinal asimétrico con una pendiente oriental empinada. Su edad geológica (Mio-Plioceno, 20 a 2 Ma) es variable, porque se ha formado gradualmente y sus diversos niveles altitudinales son dife- rentes en edad. En principio, los bosques más bajos son los más antiguos, pertenecen al Mioceno. Por lo tanto, es lógico intuir que estos bosques están habitados, al menos en parte, por las especies más arcaicas y desde hace más tiempo, como Caligo. Por su parte, las mariposas que corresponden a mayores altitudes, como las pierinas (Colias) y Morpho sulkowskyi, se han adaptado más recientemente, desde el Plioceno. Por eso, no es sorprendente que las faunas de las tierras bajas, cerca de la ciudad de Mocoa, sean más diversas que las que habitan los bosques de alta montaña.Next >